Hacía dos años que no veía a Jacob, desde que me fui de Forks, con Edward ni siquiera nos despedimos, pero así era mucho mejor. Ahora Eddy y yo vivimos en Londres, con mi nueva familia, los Cullen.
Todavía no nos hemos casado pero lo haremos pronto, claro está si la rutina no acaba por matarnos...
No entiendo lo importante que es para Edward que nos casemos, ya todo terminó, ya lo elegí a él...
-desgraciadamente...! -grité sorprendida por el inevitable coraje que se notaba en mi voz.
*nota mental* (pero que estas diciendo Isabella¿? tu eres la que decidiste y ahora te toca pagar con las consecuencias... sean las que sean).
Gracias a Dios que no hay nadie en la casa en este momento. Debería estar agradecida y feliz por tener a un "hombre" tan maravilloso a mi lado, y que me ama tanto, aunque yo lo quiero, pero no lo suficiente...
Hace dos días que tuve el mismo sueño, mi Sol, mi Jacob, él y yo juntos en la Push, tumbados en la arena húmeda, intercambiando respiraciones, alientos, almas, sabores...eramos...felices*
Llevo soñando con Jake desde que huimos de Forks, hemos recorrido muchos países , pero en todos los lugares él está, su luz, su calor, me falta, no creo que pueda aguantar mucho más, y pensar que tengo que fingir amar a un hombre maravilloso...por no hacerlo sufrir, por no reconocer que elegí mal, muy mal...
Seguro que Mi lobo ya tenía una buena sustituta...
-claro que sii!-dije en voz alta, casi gritando...
Él es perfecto y cualquier mujer se podría enamorar de él. Su sonrisa, su pelo, su piel, su...todo! el lo tiene todo...como me gustaría poder comprobarlo, pero de momento tendré que conformarme con solo pensar en él, igual que en estos dos últimos largos años...
-¿claro que si, que?-repitió mi novio desde la puerta de la colorida cocina, sacándome rápidamente de mis pensamientos, en los que estaba sumamente perdida.
Para ser sincera, esta cocina era completamente correcta ya que no faltaba nada, lo tenía todo al igual que la casa entera... bueno hay algo que estoy segura que le falta...¿amor? si estoy segura y creo que desde el momento que entré por el sofisticado portón...
Edward estaba apoyado en el marco de la puerta,con los brazos cruzados, y el rostro pensativo.
-nada... -respondí.
-¿sabes? a veces odio esto de no poder leer tu mente...-confesó.
-recuerda que puedes contarme lo que sea bella...lo sabes.-preguntó con bastante curiosidad reflejada en sus ojos...
Se acercó a mi y me besó dulcemente en los labios, sus besos, eran duros, fríos, muy fríos, demasiado vacíos, no me transmitían nada aparte de más tristeza al pensar o más bien recordar aquel beso, otro beso en particular, concretamente ese beso en la montaña, con Jake...recuerdo cada detalle como si hubiera pasado hace unos instantes...sueño con repetirlo todos los días al despertar y todas las noches justo antes de dormirme y romper con la rutina de todos lo dias, y después volver con la misma aburrida rutina de siempre.
Todavía no nos hemos casado pero lo haremos pronto, claro está si la rutina no acaba por matarnos...
No entiendo lo importante que es para Edward que nos casemos, ya todo terminó, ya lo elegí a él...
-desgraciadamente...! -grité sorprendida por el inevitable coraje que se notaba en mi voz.
*nota mental* (pero que estas diciendo Isabella¿? tu eres la que decidiste y ahora te toca pagar con las consecuencias... sean las que sean).
Gracias a Dios que no hay nadie en la casa en este momento. Debería estar agradecida y feliz por tener a un "hombre" tan maravilloso a mi lado, y que me ama tanto, aunque yo lo quiero, pero no lo suficiente...
Hace dos días que tuve el mismo sueño, mi Sol, mi Jacob, él y yo juntos en la Push, tumbados en la arena húmeda, intercambiando respiraciones, alientos, almas, sabores...eramos...felices*
Llevo soñando con Jake desde que huimos de Forks, hemos recorrido muchos países , pero en todos los lugares él está, su luz, su calor, me falta, no creo que pueda aguantar mucho más, y pensar que tengo que fingir amar a un hombre maravilloso...por no hacerlo sufrir, por no reconocer que elegí mal, muy mal...
Seguro que Mi lobo ya tenía una buena sustituta...
-claro que sii!-dije en voz alta, casi gritando...
Él es perfecto y cualquier mujer se podría enamorar de él. Su sonrisa, su pelo, su piel, su...todo! el lo tiene todo...como me gustaría poder comprobarlo, pero de momento tendré que conformarme con solo pensar en él, igual que en estos dos últimos largos años...
-¿claro que si, que?-repitió mi novio desde la puerta de la colorida cocina, sacándome rápidamente de mis pensamientos, en los que estaba sumamente perdida.
Para ser sincera, esta cocina era completamente correcta ya que no faltaba nada, lo tenía todo al igual que la casa entera... bueno hay algo que estoy segura que le falta...¿amor? si estoy segura y creo que desde el momento que entré por el sofisticado portón...
Edward estaba apoyado en el marco de la puerta,con los brazos cruzados, y el rostro pensativo.
-nada... -respondí.
-¿sabes? a veces odio esto de no poder leer tu mente...-confesó.
-recuerda que puedes contarme lo que sea bella...lo sabes.-preguntó con bastante curiosidad reflejada en sus ojos...
Se acercó a mi y me besó dulcemente en los labios, sus besos, eran duros, fríos, muy fríos, demasiado vacíos, no me transmitían nada aparte de más tristeza al pensar o más bien recordar aquel beso, otro beso en particular, concretamente ese beso en la montaña, con Jake...recuerdo cada detalle como si hubiera pasado hace unos instantes...sueño con repetirlo todos los días al despertar y todas las noches justo antes de dormirme y romper con la rutina de todos lo dias, y después volver con la misma aburrida rutina de siempre.
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